La vida es sencilla; quizás muy sencilla, razón por lo cual su verdadera esencia se nos escapa de entre las manos. Observando el comportamiento de la humanidad, veo como de algo tan bello y sencillo, al no entender hemos confundido; y al confundir, solo hemos logrado destruir nuestra propia felicidad. El no saber vivir es lo que nos hace volver a encarnar. Una y otra vez volvemos al Planeta Tierra con la esperanza de aprender hacerlo, mas el velo de la ilusión puede más que nuestra esperanza y esto impide el crecimiento, desarrollo y evolución de la raza humana. De no cambiar, de no aprender, lo único que podemos dar por seguro es que seguiremos cometiendo los mismos errores día tras día, vida tras vida, como hasta ahora hemos hecho.