Sin querer, me encontré con un montón de texto que estuve escribiendo desde hace mucho tiempo. Textos tan diversos como parecidos en su esencia. Textos perdidos o encontrados en el cajón de la mesa de luz de mi mochila. Desde 2014 hasta ahora viaje mucho (más de 40 países) y escribí otro tanto (más de 50 cuentos cortos), y no sabía muy bien qué hacer con ellos. Algunos los publiqué en mi blog. Otros quedaron archivados en mi computadora. Otros se fugaron sin decir adiós. Otros gritaron que se querían organizar. Otros se organizaron y, después de varias protestas, debates y marchas, se unieron y decidieron ser libro. Decidieron ser una unidad. Un todo diverso. Quisieron ser parte de algo más grande que ellos. Yo simplemente me encargué de construirles su morada, su refugio, su base de operaciones. Porque ya no son más mis hijos, mis textos. Ahora son libres. Desde el momento que este libro tocó tus manos, fue libre, los textos fueron libres. Ahora vos tenés el poder, la obligación, el permiso de hacer con ellos lo que quieras.Son tuyos. Son de todos. Son Random.