Un monje es encontrado muerto en las frías escaleras del campanario del monasterio de San José durante la mañana de Navidad. La muerte es dictaminada como accidental; pero una misteriosa carta hace sospechar que la verdad oficial se encuentra lejos de lo que en realidad ocurrió.

La hora nona ante todo es una novela. No es una novela crítica con la vida monástica -como han querido ver algunos-, sino con las personas que uno se puede encontrar en cualquier comunidad religiosa. Es por eso que, si vas buscando una idealización de la vida monástica, no la encontrarás aquí.

Por otra parte, está escrita desde el convencimiento de que si esos personajes se encuentran dentro de las iglesias y los monasterios es porque Dios permite que eso sea así, para enseñanza y prueba de quienes le buscan sinceramente.

Nadie sobra en el camino de la búsqueda de Dios. Una búsqueda llena de incertidumbre, dudas y pruebas; lejos de las simplezas románticas que uno se puede llegar a imaginar al pensar en una vida dedicada al camino espiritual y la oración.

Si uno siente atacada su fe por un relato, tendrá que revisar en qué está cimentada.