"No hay duda sobre la santidad de La Meca, pero un burro no se convertirá en un peregrino Hajj haciendo las cosas sin entusiasmo." - Rahman Baba
La razón de la existencia de la mayoría de las ciudades del mundo es obvia para el estudiante de Geografía: Nueva York y Shanghai controlan puertos profundos y se levantan a ambos lados de grandes ríos que traen mercancías del interior; París y Londres se hallan en los puntos de cruce de ríos que atraviesan todo el país; Johannesburgo se asienta sobre una gran montaña de mineral de oro, y Moscú y Madrid se levantan en el corazón de sus grandes naciones, y son capaces de controlar incluso los rincones más distantes de sus respectivos territorios.
La Meca sin embargo, es diferente, ya que la ciudad existe únicamente porque es sagrada. Incluso siglos antes del nacimiento del profeta Mahoma, los líderes de La Meca determinaron que su ciudad sería el lugar sagrado preeminente de Arabia occidental y establecieron una tregua para los peregrinos en la ciudad. Debido a este proceso, uno de los efectos fue que La Meca se convirtiría en un centro para algo que hoy en día llamaríamos turismo, ya que incluso los visitantes de la antigüedad necesitaban lugares para comer, beber y dormir. Al mismo tiempo, podían hacer ofrendas en los templos y marcharse de La Meca con recuerdos de su tiempo. A muchos también les parecía conveniente llevar sus productos a los mercados de La Meca, donde podían encontrar visitantes que traían mercaderías interesantes de toda la región, y la ciudad también disfrutaba de estatus de centro de comercio.
Por supuesto, La Meca ahora es conocida por ser la ciudad más sagrada del Islam, venerada como el lugar de nacimiento de Mahoma y el sitio donde Alá le reveló el Corán por primera vez. Dentro de La Meca se encuentra la Kaaba, un edificio ubicado en la Al-Masjid al-Haram (Gran Mezquita) que se considera el lugar más sagrado, y dondequiera que se encuentren en el mundo, los musulmanes se colocan en dirección a la Kaaba cuando rezan. Una peregrinación a La Meca se considera una necesidad para los musulmanes devotos en algún momento de sus vidas, y la ciudad en sí misma está fuera del alcance de los no musulmanes. De hecho, La Meca es una parte tan integral en el Islam que el nombre de la ciudad ha entrado al léxico inglés y español para referirse a cualquier cosa estrechamente asociada con otra (como París, a menudo llamada la Meca de la moda).
La Meca siempre ha sido fundamental para la fe, pero ha tenido una historia geopolítica turbulenta, tanto por los conflictos dentro del Islam como entre las naciones vecinas en el Medio Oriente. Como resultado, su historia a menudo es pasada por alto, incluso cuando la mayoría de la gente está familiarizada con la ciudad.
La Meca: La historia de la ciudad más sagrada del Islam traza la historia del sitio más importante del Islam. Junto con imágenes de personas, lugares y eventos importantes, el lector aprenderá sobre La Meca como nunca antes, en dos sentadas.
La razón de la existencia de la mayoría de las ciudades del mundo es obvia para el estudiante de Geografía: Nueva York y Shanghai controlan puertos profundos y se levantan a ambos lados de grandes ríos que traen mercancías del interior; París y Londres se hallan en los puntos de cruce de ríos que atraviesan todo el país; Johannesburgo se asienta sobre una gran montaña de mineral de oro, y Moscú y Madrid se levantan en el corazón de sus grandes naciones, y son capaces de controlar incluso los rincones más distantes de sus respectivos territorios.
La Meca sin embargo, es diferente, ya que la ciudad existe únicamente porque es sagrada. Incluso siglos antes del nacimiento del profeta Mahoma, los líderes de La Meca determinaron que su ciudad sería el lugar sagrado preeminente de Arabia occidental y establecieron una tregua para los peregrinos en la ciudad. Debido a este proceso, uno de los efectos fue que La Meca se convirtiría en un centro para algo que hoy en día llamaríamos turismo, ya que incluso los visitantes de la antigüedad necesitaban lugares para comer, beber y dormir. Al mismo tiempo, podían hacer ofrendas en los templos y marcharse de La Meca con recuerdos de su tiempo. A muchos también les parecía conveniente llevar sus productos a los mercados de La Meca, donde podían encontrar visitantes que traían mercaderías interesantes de toda la región, y la ciudad también disfrutaba de estatus de centro de comercio.
Por supuesto, La Meca ahora es conocida por ser la ciudad más sagrada del Islam, venerada como el lugar de nacimiento de Mahoma y el sitio donde Alá le reveló el Corán por primera vez. Dentro de La Meca se encuentra la Kaaba, un edificio ubicado en la Al-Masjid al-Haram (Gran Mezquita) que se considera el lugar más sagrado, y dondequiera que se encuentren en el mundo, los musulmanes se colocan en dirección a la Kaaba cuando rezan. Una peregrinación a La Meca se considera una necesidad para los musulmanes devotos en algún momento de sus vidas, y la ciudad en sí misma está fuera del alcance de los no musulmanes. De hecho, La Meca es una parte tan integral en el Islam que el nombre de la ciudad ha entrado al léxico inglés y español para referirse a cualquier cosa estrechamente asociada con otra (como París, a menudo llamada la Meca de la moda).
La Meca siempre ha sido fundamental para la fe, pero ha tenido una historia geopolítica turbulenta, tanto por los conflictos dentro del Islam como entre las naciones vecinas en el Medio Oriente. Como resultado, su historia a menudo es pasada por alto, incluso cuando la mayoría de la gente está familiarizada con la ciudad.
La Meca: La historia de la ciudad más sagrada del Islam traza la historia del sitio más importante del Islam. Junto con imágenes de personas, lugares y eventos importantes, el lector aprenderá sobre La Meca como nunca antes, en dos sentadas.















