Se dice que a veces las preguntas más sencillas y elementales son las más difíciles de responder. Se trata de que toda pregunta sencilla y aparentemente simple exige un conocimiento tan básico que después que se ha despegado de él resulta muy difícil volver a aterrizar. Eso es lo que pasa muchas veces con los académicos que intentamos inmiscuirnos tanto en nuestras ciencias, pues terminamos olvidando lo esencial y eso esencial se vuelve casi invisible a nuestros ojos. En el estudio y enseñanza de la Odorología Criminalística esta cuestión está vigente hoy más que nunca y no es un desmérito reconocerlo, pues realmente es todo lo contrario. Toda persona que se inicie en el estudio del tópico odorológico criminalístico o que lo imparta en una cátedra universitaria debe partir de esa pregunta Odorología Criminalística: qué es? Aunque no lo parezca, esta es la pregunta más difícil que se le puede hacer a un académico y precisamente para la que un académico u odorólogo debe prepararse más en nuestros tiempos. No obstante, también es la más común o usual en todo foro. Entonces, conocer qué es la Odorología es mucho más que una definición. Se trata de la aprehensión y asimilación de toda una concatenación de ideas, principios y concepciones que han ido cristalizando durante más de un siglo y que se intenta resumir en unas pocas palabras de manera coherente y lógica. En la presente obra se pretende humildemente lograr ese cometido y, sobre todo, brindar las herramientas doctrinales para una comprensión real y no ficticia o mecánica de lo que significa el saber odorológico. Basta preguntarle a un odorólogo qué es la odorología para saber en su respuesta la calidad profesional que le amerita.